¡Acción! Puede parecer una simple palabra, pero representa uno de los momentos más emocionantes y mágicos del cine. Se trata de una orden tan sencilla como poderosa, capaz de poner en marcha la compleja maquinaria del rodaje de una secuencia. Su importancia en el proceso de creación cinematográfica y televisiva es incuestionable y hoy queremos profundizar en ella.

Por qué se canta “¡Acción!” y por qué es importante.

El cine es un arte maravilloso, sí. Pero también muy complejo. A diferencia de otras disciplinas como la escritura, la pintura o la fotografía, en las que un solo creador puede desarrollar la obra artística en su totalidad, la creación audiovisual requiere grandes equipos de trabajo. En la producción de una película o una serie televisiva intervienen numerosos profesionales de diferentes especialidades: dirección, sonido, iluminación, interpretación, peluquería, vestuario, arte… 

Y, como puedes imaginar, coordinar a tantos departamentos no es tarea fácil. Por eso, una comunicación clara y precisa entre todos los miembros del equipo es una de las claves para lograr que una producción sea exitosa. Y es aquí donde, la palabra “acción”, juega su gran papel. El grito de “acción” marca el inicio del rodaje o grabación. Y en su simplicidad reside su eficacia. Tan solo dos sílabas, claras y directas, con las que todos y cada uno de los miembros del rodaje saben dónde deben estar y qué deben hacer. Dos sílabas que hacen magia; que reúnen la atención, el trabajo y el enfoque de todo un equipo en un único objetivo: el rodaje de la acción dramática. 

Pero, antes de cantar “acción” es fundamental que todo esté preparado para que el rodaje transcurra sin problemas. 

Equipo preparándose para filmar una toma durante un rodaje cinematográfico en Praga. Fotografía realizada por Roman Boed.

La preparación previa al momento de “acción”

El/la director/a ya ha dado sus indicaciones y directrices a cada departamento y está listo para rodar, pero antes de que se cante “acción”, cada miembro del equipo deberá prepararse para la grabación. Los actores y actrices se sitúan en sus marcas y se preparan para la acción dramática de sus personajes. Los equipos de maquillaje y peluquería y de vestuario repasan a cada actor y actriz y realizan los últimos retoques. El equipo de arte revisa que todo el atrezzo se encuentre en su lugar. El departamento de iluminación se asegura de que todas las luces estén correctamente situadas y en los niveles acordados con el/la Director/a de Fotografía. El equipo de sonido coloca los micrófonos para capturar el diálogo de manera efectiva. El/la script se asegura de que cada elemento del plano respete la continuidad. Y el equipo de cámara se prepara para cantar claqueta y comenzar rodar. 

Cuando todos y cada uno de los departamentos ha ultimado todo lo necesario para grabar, da comienzo un procedimiento de revisión de todos los elementos fundamentales que culminará con el canto de “acción” y el inicio del rodaje. 

Esta fase se inicia a la llamada de “¡Prevenidos!”, palabra con la que cada profesional debe ocupar su puesto o marca para el comienzo de la grabación. Es un momento importante y de máxima concentración, por lo que el silencio debe imperar en el set. Para lograrlo, es frecuente el canto de “¡Silencio! Rodamos”.

A continuación se canta audio para iniciar la grabación del sonido de la toma: “¿Sonido?” / “¡Graba!”. Después de que el jefe de sonido confirma que está grabando, se canta cámara, para que el operador de cámara confirme también la grabación de la imagen:  “¿Cámara?” / “¡Graba!”. Después de esto, una persona del equipo de cámara cantará claqueta anunciando la secuencia, el plano y la toma correspondiente para que la información de la claqueta quede registrada también en el audio, y hará un fuerte “clack” que también se registrará en cámara y que servirá para sincronizar el audio y la imagen en postproducción. Después de cantar claqueta, la persona responsable saldrá del encuadre, permitiendo al operador reenfocar y reencuadrar la toma, tras lo que cantará “cuadro”, para indicar al/la director/a que todo está listo para la acción.

¡Bien! Todo ha sido verificado correctamente. Es entonces cuando el/la director/a, o tal vez su ayudante, da la orden de “¡Acción!” para indicar a los actores y actrices que comiencen la acción de la escena y a todo el equipo, que la capture siguiendo las indicaciones y pautas acordadas. En algunas ocasiones, la orden orden de acción se formula con un 5, (¡”5 y acción”!), para indicar a los/as intérpretes que deben esperar unos segundos antes de comenzar la acción.

Comienza así el momento más especial y emocionante del rodaje, en el que el intenso trabajo previo florece creando la magia, materializando y dando vida a lo que, hasta entonces, eran letras sobre papel.

Este es un procedimiento estandarizado que se utiliza en todo rodaje para garantizar que el inicio de cada toma sea perfecto. Pero, por supuesto, puede sufrir variaciones en función del equipo o el lugar de rodaje. 

Más allá del rodaje, todo un emblema popular

Ya hemos comprendido la relevancia de esta sencilla palabra en el ámbito profesional de un rodaje. Pero si algo es cierto es que su poder ha traspasado el terreno profesional para convertirse en todo un emblema de la cultura popular

Hoy en día cualquier persona, incluso ajena a la industria cinematográfica, reconoce el término “acción” y es capaz de identificarlo con el rodaje de una película. Esto se lo debemos a su uso recurrente dentro de las tramas y los diálogos de muchas películas y series televisivas. Aunque, en estos casos, con una fórmula mucho más sencilla y primitiva. Una fórmula que conecta con los orígenes del cine, cuando el costoso consumo de los aparatos de iluminación obligaba a encender las luces justo antes de rodar y cuando no era necesario “cantar sonido” porque las películas todavía eran mudas: “Luces, cámara, ¡acción!”. Te suena, ¿verdad?